¿Te ha pasado que a veces vas a un lugar y te quieres quedar? Y dices, ¡me encantaría vivir aquí!
Bueno, a mi me pasó eso. A mi me pasó con Egipto.
Y hoy quiero contarte cómo fue para mí tomar la decisión de quedarme a vivir en Egipto, un país tan distinto al mío y como ha sido mi experiencia hasta ahora, después de varios meses viviendo ahí.
Si es que no me conoces, soy Pau, la persona que está detrás del diseño de todos los viajes y fundadora de BALIBUTA, y esta es la historia de cómo Egipto se transformó en mi hogar.
La verdad es que antes de llegar a vivir en Egipto, fui por primera vez en 2020, justo antes de la pandemia. En ese momento no tenía una gran curiosidad por ese país. Para ser honesta, nunca fui de esas personas que sueñan con conocer las pirámides o los templos antiguos de Egipto, pero sabía que era un destino muy demandado por muchas personas y que tenía que ser parte de los itinerarios de BALIBUTA.
Sin embargo, desde que pisé Egipto, me cautivó completamente. El Cairo es un desastre fascinante, como me gusta retratarlo. Y la energía que se siente en todas partes… puf! ¡Cómo explicarlo!
Después de esa primera vez hubo una segunda, una tercera y luego una cuarta vez. Y así aprendí que Egipto no sólo es pirámides, ¡es mucho más que eso! Es un lugar mágico, que a veces puede parecer rudo o difícil, pero no lo es. Es un país amable y seguro, con gente que está dispuesta a ayudarte y acompañarte.
Y bueno, después de varios viajes y cada vez más enamorada de estas tierras, se me metió en la cabeza la idea de vivir en El Cairo. Soñaba con vivir a las orillas del Nilo, vivir la experiencia cotidiana en esa ciudad e ¡incluso quería aprender árabe! Tal era mi fascinación por este país que necesitaba experimentarlo desde otro lugar y adentrarme más en su cultura.
Por esas cosas de la vida mi plan original de esa época no se pudo concretar, pero el año pasado, después de momentos difíciles de salud, me tocó volver a Egipto.
Aunque no lo creas, una vida viajando no es tan fácil como parece. Pasar de un destino a otro, de un grupo a otro, de un hotel a otro sin tener un lugar de arraigo donde llegar, cansa. Se echa de menos lo cotidiano, la rutina, cosas tan simples como cocinarse, tener tu espacio o hasta hacer tu cama… ahhh porque me salté esa parte: Yo deje Chile en Diciembre del 2021 ya que se venian muchos viajes grupales el 2022, entonces mi plan era ir de pais en pais, entre grupo y grupo, básicamente, vivir en los hoteles.
Este ritmo de vida que se ve SOÑADO Y FASCINANTE (que sí lo es en muchos momentos) a mi me pasó la cuenta, y empecé a enfermarme.
El punto de inflexión fue en Mayo del 2022 luego de una larga hospitalización en Tailandia decidí quedarme en Egipto arrendando un airbnb, un espacio donde tener una cocina, donde poder hacer vida un poco más tranquila y un poco más rutinaria. Porque sí, necesitaba cuidarme, y eso significaba cocinar mi propia comida, tener mi espacio y poder parar un poco esta agitada vida de viajes, que es lo que más amo en el mundo, pero tocaba pensar en mi salud.
Y como todo en la vida, lo que debe ser, es, y pasa fluidamente. ¡Arrendar un departamento fue muy fácil!, eso sí, no fue como yo había soñado, a orillas del Nilo.
Ese sueño que había creado hace tiempo atrás se cumplía, y aquí estoy, un año después, totalmente establecida en un país musulmán, siendo una latina -chilena viajera, que tiene todas las costumbres totalmente diferentes, pero me las arreglo, y agradezco a esta tierra infinitamente por cómo me ha recibido y cuidado.
Aquí la gente es muy diferente a nosotros, pero es por sobre todo muy respetuosa y amable, y lo que más agradezco es que es un lugar seguro para vivir.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, uno de los principales valores de este país es su seguridad, amabilidad, y podría decir que hasta su inocencia. Que van «más atrás» en un montón de cosas, sí, y que eso a veces es irritante, también, pero a veces eso mismo es lo bueno de Egipto.
Aquí he aprendido, que en occidente no somos los dueños del mundo, ni de la verdad. Que hay otras formas de hacer las cosas y de ver la vida. Que la paciencia es una virtud, y que lo que no se conoce no se anhela, no se necesita.
Estoy feliz y agradecida de vivir aquí. Egipto me sanó y lo sigue haciendo cada día. Aquí hay algo especial, una energía poderosa, por eso CONFÍO en que esto tenía que vivirlo.
Con todo mi corazón, espero que esta historia te inspire o te ayude a confiar en la vida y ti.
Con amor,
Pau 💖🪐
¡Descubre Egipto como un local con nosotros y súmate a nuestro próximo viaje grupal por esta tierra milenaria llena de misterios!
Buenas noches!!!! Tengo un problemon y me gustaría hablar contigo
Hola Raquel! Puedes escribirnos directamente en nuestro Instagram @balibutatravel
Allí te ayudamos con lo que necesites!